MUCC, Aku -The Brightness World-

2020 fue un año duró en muchos sentidos. MUCC, a diferencia de otras bandas, se mantuvo muy activo en redes sociales con transmisiones en vivo, conciertos sin público, programas de conversación y más. Sin embargo, desde febrero que venían tocando sin público y, aunque su energía iba aumentando con cada concierto solos, la presentación del pasado 27 de diciembre los hizo brillar como no habían hecho en casi un año.

Aku -The Brightness World- fue su primera presentación con público desde febrero 2020. El Nippon Budokan abrió sus puertas para funcionar a la mitad de su capacidad ese día, esto como una medida para combatir la propagación del COVID-19: se dejaron asientos vacíos entre los asistentes, quienes se sentaron incluso detrás del escenario. Muchos asistentes tenían panderos luminosos que se podían comprar previo al concierto.  

El setlist de este concierto no trajo tantos temas de antaño como su presentación del 20 de septiembre, "Aku-THE BROKEN RESUSCITATION", pero sí que tuvo su fuerte en duración y en interacción con el público: fueron casi 3 horas y media de concierto, con varios MC a lo largo del mismo y algunos bastante extensos.

El concierto, tanto presencial como su transmisión, comenzó a las 5.30 pm (JPT). El Budokan oscureció y el público encendió todos sus panderos, haciéndolos sonar a la espera de que MUCC subiera al escenario. Se podía escuchar una mezcla de aplausos y del resonar de los panderos.

El escenario se tiñó de rojo y SATOchi fue el primero en caminar hacia su instrumento, seguido de YUKKE, Miya, Tooru y Tatsuro. La sonrisa gigante en los labios de Tatsuro fue el primer indicio de lo importante que era este momento para todos.

En la oscuridad, fueron los primeros acordes de la guitarra de Miya los que dieron el puntapié inicial de la tarde. Aku, tal como en sus conciertos anteriores, fue la primera canción. La voz de Tatsuro partió profunda y, a medida que tomaba fuerza, el escenario se llenó de luz y el kanji de Aku (惡) se iluminó y subió hasta el techo.

Aku es un tema agresivo que marca su camino de guerra entre explosiones instrumentales y súbitos tonos graves. Al llegar al coro, Miya levantó el puño al cielo y todo el público se unió a su gesto.

SATOchi dio el paso a CRACK con un fuerte redoble acompañado de un grito de Tatsuro. Hubo un juego de luces láser que agregó movimiento a la canción, como si la locura no viniera solo de los guturales de Miya, sino de todo lo que ocurría sobre el escenario.

OVER DRIVE le quitó un poco de oscuridad al ambiente y agregó mucho más rock y velocidad. Tatsuro corría por todo el escenario, como si buscara estar frente a todos los asistentes al mismo tiempo, Miya saltaba y daba vueltas sin parar mientras YUKKE comenzaba a interactuar con el público a su lado. “Oh, Dios, tengo que calmarme”, soltó Tatsuro agitado, “Tengo que calmarme, esto es muy divertido, YUKKE igual, cálmate”.

Un gutural profundo por parte de Tatsuro marcó el inicio de ENDER ENDER, acompañado del sintetizador y del escenario tiñéndose de azul. Esta fue la primera canción en la que el público saltó unido, como si fuese un solo ente viviente, sin parar. Los coros tenían las voces de toda la banda, incluido Tooru, el artista invitado de todos los conciertos de Aku. ENDER ENDER trajo consigo el primer headbanging de la jornada y un animado solo de YUKKE, volviendo al bajista el dueño del escenario.

G.G. ofreció no solo una batería potente y constante, sino que aumentó la locura. El público saltaba, Tatsuro bailaba e incluso se arrojó al suelo para cantar, al fin teniendo público para poder expresarse de forma mucho más dramática. YUKKE y Miya tomaron cada uno su propio camino hacia el público, regresando corriendo a sus lugares para alcanzar a cantar durante el coro, ambos riendo. Cerraron el tema con un saludo marcial.

El ambiente se suavizó un poco con la llegada de Kurage, que ofreció la voz más armónica de Tatsuro y el primer descanso tras la arremetida agresiva y desenfrenada desde Aku. Hacia el final, Tatsuro se arrojó al suelo, como si el momento le doliera, y unas últimas notas del teclado lo acompañaron.

Iris es una canción mucho más psicodélica que el resto de las de este repertorio, láseres verdes como rayos dieron vueltas sin parar sobre la banda durante toda la canción, Tatsuro dio vueltas por el suelo, cantando en agonía, mientras Miya no paraba de hacer coros guturales. Fue un punto de éxtasis que hizo el primer quiebre en la presentación. Al acabar, las luces se apagaron y solo se vieron unos kanjis en rojo sobre el escenario.

El primer MC de Tatsuro fue breve y avanzó rápidamente hacia PSYCHO.

Miya y YUKKE fueron a cantar al público de atrás del escenario en este punto y Tatsuro parecía coquetear con los del frente, sonriendo y gesticulando con sus manos. SATOchi le dio fuerte al pedal mientras el público agitaba los puños en el aire cada vez que gritaba “¡PSYCHO, PSYCHO!”. Era como si la banda esperara una reacción constante del público y este no fallara ni una sola vez.

El ambiente se volvió frágil con Sekisou. Las luces se apagaron, la canción inició con un lánguido piano, pero esta vez fue Miya quien lo tocaba. Tatsuro llegó al escenario con un farol encendido y, en esos primeros segundos, fue lo único que iluminó el lugar. Solo eran él y Miya en el inicio de esta balada. Luego, el escenario se iluminó con faroles repartidos por todas partes, la voz suave de Tatsuro fue acompañada del tono dulce de Miya y, en el coro, se les unió un violín. YUKKE seguía con el contrabajo. Si bien Tooru regresó con el sintetizador para la segunda parte de la canción, fueron realmente el piano de Miya, el violín y la voz suave y cálida de Tatsuro las que dominaron este melancólico momento.

COBALTO dejó el sobrecogimiento atrás y regaló calma. La nieve caía sobre ellos, personalizando a la mismísima canción y buscando congelar el momento, compartirlo para siempre. Alpha es la última canción antes del siguiente MC. Las luces parecían presentar un cielo estrellado antes de llegar el amanecer.

“Hey, esto es el infierno, ¿no?”, comenzó Tatsuro, “Si bien esto es medio paso, es un paso al fin y al cabo. Salimos de esos conciertos sin respuesta donde solo les veía las caras. Ahora están aquí y, pese a las mascarillas, se ven bonitos. YUKKE tiene un pandero luminoso, miren.”

“Suena muy bonito”, comentó Miya, “A ver, hagan esto”, agregó, golpeando su micrófono a cierto ritmo a lo que el público respondió haciendo lo mismo con los panderos. “Es como navidad”, rio Tatsuro. Aprovecharon el momento para comentar sobre cómo se sintieron al volver a estar en un concierto y cuán emocionados están.

Como si volviesen a Aku-THE BROKEN RESUSCITATION, su presentación de septiembre, llegó el momento de que Tatsuro invitara al escenario a Hazuki, vocalista de lynch.. Hazuki entró saludando al escenario y Tatsuro lo imitó, divertido, mostrando la complicidad que comparten. Memai comenzó y la conexión del vocalista de lynch. con el público es evidente de inmediato. Ambos se fueron a extremos distintos del escenario y a las gradas, hasta que finalmente Tatsuro se devolvió a molestarlo y, entre abrazos y empujones, los dos cantaron a la par. Memai se centró totalmente en ellos, en sus voces y su química, en como jugaba la voz de Tatsuro con los guturales de Hazuki y sus gritos profundos. Para el solo de cuerdas Miya y YUKKE se apuraron en llegar junto a Hazuki y lo dejaron entre ambos, no solo dando un excepcional momento de cuerdas, sino que riendo junto a él y el público, quienes alzaban su puño con cada grito del cantante.

TONIGHT es una canción que no puede faltar en vivo, su rock rápido partió con luces rojas que iluminaron el avance de la guitarra y la introducción profunda de Tatsuro, las luces subieron y subieron junto a su voz hasta acabar en llamaradas de fuego alrededor de todo el escenario. El público cabeceó como en ninguna otra canción, siguiendo a Tatsuro en el escenario que sacudía la cabeza de lado a lado sin parar. Este cabeceo dio paso directo a un solo de guitarras conjunta de YUKKE y Miya, rodeados de fuego, que solo calentó más el ambiente. De pronto entró el piano de Tooru en el silencio de todos los demás instrumentos, cambiando la instrumentalización de una parte de la canción y YUKKE, al por fin poder invitarlos a aplaudir con él en esta canción, no paraba de sonreír.

El primer encore llegó tras 20 canciones y trajo consigo el segundo MC de la noche. Tatsuro se sentó frente a la batería y comentó que habían tenido que lidiar con muchísimas risas, a lo que invita a YUKKE a hablar al respecto. YUKKE tenía los ojos brillantes, comentó sobre cómo escuchaba el resonar de los panderos desde el camerino y que lo había encontrado muy bonito. “Y líder, ¿qué dice?”, preguntó Tatsuro volviéndose hacia Miya. Miya habló sobre lo agitado que estaba de volver a tocar con público. Luego Tatsuro se volteó a SATOchi: “Y tú, ¿vas a hablar?”. SATOchi comentó lo raro que era tener público a sus espaldas y bromeó al respecto. Tatsuro entonces se giró hacia Tooru y, para variar, comenzó a molestarlo. “¡Tooru! No estás acostumbrado a los MC, ¿cierto? Porque eres… soporte”. “Pues sí”, aceptó él. “¿Y? ¿Qué opinas del Budokan?”, Tooru coincidió con lo raro que era que lo mirasen de todos lados.

El concierto se extendió durante otras siete canciones. MY WORLD fue esperada con los brazos en alto. Durante los conciertos sin público este fue el tema donde pusieron imágenes de sus fans en un telón tras el escenario. MY WORLD es un tema de esperanza; sin embargo, tras meses de no tener conciertos en vivo, fue una de las canciones que más melancolía cargaba sobre sus hombros. Arrastró consigo la lejanía de la pandemia, el tiempo que había pasado y ese recuerdo que queda en la piel de cuándo saltar en una canción, cuándo aplaudir, el vibrar con la música en vivo.

Namonaki Yume, por su parte, pareció ser la despedida de SATOchi. Le dieron un momento a solas con el público y, finalmente, Miya le pidió a todos que sonríeran como nunca al baterista. “Es hora de saltar lo más alto que lo hayan hecho este año, ¡volemos!”, grita.

La misma línea tuvieron las últimas canciones, como si estuviesen dirigidas a los fans que llevan siguiéndolos por años.

Si bien este concierto en el Nippon Budokan es el primero de la banda tras meses de cuarentena y distanciamiento social, también es el último de SATOchi en dicho recinto antes de retirarse de la industria musical este año. Pese a ello, Aku -The Brightness World- no se sintió como una despedida, sino como un reencuentro.

MUCC y SATOchi aun tienen conciertos por delante y, ante todo, su música sigue manteniendo la esencia de quienes son: una banda agresiva en instantes, melancólica en otras, llena de carisma y carácter, siempre potentes y cargados de sorpresas.

Setlist

1. AKU -JUSTICE
2. CRACK
3. KAMIKAZE Over Drive
4. ENDER ENDER
5. G.G.
6. Kurage
7. IRIS
8. PSYCHO
9. Friday the 13th
10. SANDMAN
11. SEKISOU
12. COBALT
13. ALPHA
14. SUPERHERO
15. DEAR or ALIVE
16. MEMAI feat. Hazuki
17. NIRVANA
18. COUNTDOWN
19. TONIGHT
20. SPICA (con Orquesta)

ENCORE 1

21. My WORLD
22. Namonaki Yume
23. Ranchuu feat. Hazuki

ENCORE 2

24. Ieji
25. Yasashii Uta
26. Heide
27. Myoujou